La forma de proporcionar conocimiento está cambiando. Y es una realidad que la implementación y el uso de Inteligencia Artificial en la educación tiene que ver con ese cambio. ¿A qué nos referimos con esto?

Es fundamental para los tiempos actuales que las instituciones educativas diseñen estrategias que mejoren la enseñanza en todos los niveles. Es posible, entonces, que sea necesario invertir en software y hardware de alta capacidad, adecuados para que los docentes ofrezcan una enseñanza innovadora y productiva.

Veamos algunas de las ventajas de aplicar inteligencia artificial a la educación:

  • Estimula el aprendizaje. La IA permite conocer mejor el perfil de los estudiantes y sus necesidades. En consecuencia, es más sencillo crear planes y actividades educativas eficientes e innovadoras para ellos.
  • Facilita la enseñanza. Con el apoyo de la tecnología, los docentes tienen más tiempo para otras tareas. Por ejemplo, con IA es posible calificar cuestionarios e identificar segmentos de estudiantes con dificultades, lo que da a los docentes tiempo e información para programar contenidos apropiados y adecuados a cada perfil.
  • Mide el desempeño del estudiante. La Inteligencia Artificial permite, por ejemplo, medir la frecuencia con que los estudiantes buscan asesoramiento educativo, qué porcentaje del profesorado presenta dificultades en su desempeño o el progreso de los estudiantes para predecir posibles deserciones en un período determinado.
  • Aumenta la competitividad de la institución y permite brindar una educación de alta calidad, a través de programas de estudio eficientes, sistemas educativos en línea y estrategias de marketing digital adaptadas al público objetivo.
  • A continuación, presentamos cinco aplicaciones dadas la IA en instituciones educativas de para beneficiar el proceso de enseñanza-aprendizaje:
  • Asistencia al docente: herramientas como Moodle encuentran en la IA apoyo a la labor docente, porque se facilita la automatización de tareas rutinarias, por ejemplo, para medir desempeños o hacer pronósticos de cumplimientos de tareas. Para eso, basta con la implementación de un software especializado, alguna aplicación o programa específico.
  • Educación virtual: la IA permite, por ejemplo, el uso de los chatbots como EconBot para mantener una conversación de forma autónoma a través de una aplicación web. Esto puede actuar como un tutor interactivo capaz de resolver dudas, dar explicaciones y realizar evaluaciones automáticas y personalizadas.
  • Medición del rendimiento académico de los estudiantes: mediante el uso de la IA es posible medir, comparar y analizar el progreso académico de cada estudiante de manera personalizada. De esta manera, los equipos técnicos y de acompañamiento obtienen datos tempranos frente a posibles problemas de continuidad y pueden dar seguimiento personalizado a los casos que así lo requieran.
  • Adaptación del aprendizaje al perfil del estudiante: existen herramientas como Snappet que permite personalizar el aprendizaje y automatizar la evaluación de los estudiantes.
  • Reconocimiento del alumnado: se logra mediante herramientas tecnológicas como TeSLA que recurren al reconocimiento facial para identificar a los alumnos a la hora de realizar un examen a distancia o realizar gestiones en las que es esencial asegurar su identidad.